martes, 17 de abril de 2012

Educación Técnica y Educación Tecnológica

A continuación transcribo un articulo muy interesante escrito por el profesor Tomas Buch en el diario digital rionegro.com.ar el día 16-04-2012. En él explica la diferencia y la necesidad que tiene la Educación Técnica de incorporar a la Tecnológica.

Para ver la publicación directamente en el diario hace clic aquí

A continuación el artículo completo:
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En Bariloche se llevó a cabo en estos días una importante reunión. Todos los ministros de Educación de la Patagonia, más autoridades nacionales del sector de educación técnica se congregaron para discutir formas organizativas y plantear nuevas posibilidades para un área que fue relegada durante la década del 90 y que debe resucitar con fuerza, porque es una fuente imprescindible de mano de obra especializada, en un proyecto nacional de industrialización que en años recién pasados se vio frenado por falta de personal idóneo. 

Frente a una actitud despreciativa ante la educación media –y la educación técnica, en general, lo es– que es muy frecuente en las clases medias argentinas ("M'hijo el dotor") y que hace que en el país haya más médicos que enfermeros y más ingenieros que torneros, esta reunión sirve para valorizar a la educación técnica, que forma en todas las disciplinas un nivel imprescindible para que pueda funcionar una industria digna de tal nombre. Es como si estuviéramos formando cerebros sin manos para ejecutar lo que idean. 

La ley de Educación Federal del menemismo suprimió directamente las escuelas técnicas. En una economía de tinte neoliberal, basada en la importación de todos los productos de cierta complejidad tecnológica a cambio de la exportación de recursos naturales, los técnicos no eran necesarios y su formación fue relegada a unos nunca bien definidos "Trayectos técnico-profesionales" de un año y medio de duración, que eran totalmente insuficientes para formar técnicos que tuviesen más que una vaga idea de su profesión. Muchas escuelas técnicas se negaron a dejarse arrollar y mantuvieron, con el apoyo de profesores, padres y alumnos, el su verdadero carácter aunque su instrumental fuese envejeciendo. Ahora se requiere una inversión muy importante para reequiparlas de instrumental y herramientas modernas, ya que las técnicas individuales avanzan a la misma velocidad que la tecnología misma. 

En cambio, la Ley Federal tuvo lo que representó, tal vez, su único aspecto positivo, que fue la introducción de una disciplina que se puede confundir aun ahora con la educación técnica: la educación tecnológica. Era reconocer que las diversas tecnologías en todas las ramas del quehacer humano son los formadores de la estructura y el funcionamiento de nuestra sociedad. 

No se debe confundir dos términos tan parecidos, en especial porque hay una discusión pendiente acerca del significado de la palabra "tecnología" y de su vinculación con la ciencia, la "alta tecnología" o "tecnociencia". Educación técnica es el aprendizaje de una profesión de nivel intermedio, generalmente secundario. Educación tecnología es la comprensión de una de las características fundamentales del mundo en que vivimos, donde ni el acto más íntimo se hace sin alguna componente artificial. 

Cuando la prensa habla de tecnología, generalmente se refiere a algunas de las informáticas o de comunicaciones, abreviadas como "TIC". Se suele olvidar de que un palo, usado como herramienta, es un objeto tecnológico, como lo es una rueda o el uso de un animal como fuente de fuerza motriz o arma de guerra. La tecnología, tomada en este sentido amplio, va más allá de la técnica, que constituye una actividad profesional puntual. La educación tecnológica pretende ubicar al alumno ante ciertos aspectos de la artificialidad misma, analizar sus implicaciones en nuestra vida y en la del planeta que habitamos. 

Hay varias maneras de encarar la educación tecnológica. Una de éstas es considerarla una materia interdisciplinaria o, mejor dicho, transdisciplinaria. Se compone de elementos materiales, los objetos tecnológicos, desde una tenaza hasta un satélite espacial. Pero en la comprensión de la omnipresencia actual de los productos de la técnica entran también elementos económicos y políticos, ambientales y sociales. En muchos casos entran también, y en forma esencial, elementos científicos y, a su vez, los objetos tecnológicos –un destornillador, un microscopio o un equipo de tomografía computada o una red social por internet– son imprescindibles para el avance de todas las ciencias, de modo que se establece una especie de simbiosis que algunos llaman "tecnociencia", palabra que repudio porque la tecnología es muy anterior a la ciencia. 

La educación tecnológica –que se va desarrollando poco a poco en nuestro país y tiene sus propios congresos nacionales o regionales, sus publicaciones y sus reflejos en la educación general– no es más importante ni menos importante que la educación técnica. Es una cosa diferente, y ambas son indispensables para que se pueda desarrollar un país con democracia, autonomía alimenticia y energética e inclusión social, poblado por ciudadanos que saben en qué mundo viven, cuáles son sus oportunidades –individuales como colectivas– y cuáles los peligros que nos acechan. 

Esto nos lleva a una conclusión ineludible: es elemental que un técnico conozca un panorama más amplio que el de su propia profesión. Por eso, sugerimos fuertemente la inclusión de una materia de educación tecnológica en las currículas de la escuela técnica. Debería quedar claro, a esta altura, de que se trata de conocimientos de niveles distintos: un técnico debe conocer el mundo en el que vive. 

(*) Físico y químico 

TOMÁS BUCH (*)

1 comentarios:

Marilyn Cabrera dijo...

Es muy interesante y claro este artículo. Ya lo había leido, ya que trabajo en el diario y tengo que chequear que no se repitan los artículos publicados

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